martes, 3 de noviembre de 2015

Putin no es de derechas.



Lo que sucede en Rusia podríamos llamarlo “una revolución conservadora”. Es curioso. Algunos creen que Putin es un “maldito comunista del KGB”, y otros creen que es un “maldito dictador de ultraderecha”. No, ni una cosa ni otra. Putin es ruso de pies a cabeza, es un conservador. La fórmula “autocracia, ortodoxia, nación”, para muchos representa una síntesis de lo que es realmente la Federación Rusa, antes la URSS, antes el Imperio Ruso, antes la Rus de Kíev. No podemos desligar una cosa de la otra, pues es el mismo pueblo bajo diferentes circunstancias. En el caso de la fórmula “autocracia”, no se refiere tanto a un monarca, como a un poder fuerte e independiente. En su tiempo los grandes príncipes rusos, luego los zares, luego los líderes soviéticos, y ahora el presidente Putin. Con el vergonzoso paréntesis de Gorbachov y Yeltsin, tan amados por los que han llevado a los pueblos de Europa Occidental al borde de la desaparición.
Para un ruso, ser conservador no es ser alguien inmóvil de cara al pasado, sino ser alguien que cuida y honra los valores tradicionales, las costumbres y la cultura de su pueblo, a la vez que se apoya en ellos para trabajar, fortalecer y desarrollar su país. Un conservador sabe diferenciar a su pueblo del resto de los pueblos, que han de ser respetados siempre que eso no entre en conflicto con su principal deber: la lealtad a su propio pueblo.

No es de extrañar que Vladimir Putin goce de cada vez más adeptos incluso entre muchos ciudadanos norteamericanos, traicionados por una élite “neocon” que sirve (y son parte) a eso que se suele llamar Nuevo Orden Mundial.

Para esa élite poderosa que controla la práctica totalidad de la cultura y los medios de comunicación mundiales, esa élite que ha moldeado la visión del mundo de varias generaciones de europeos; los rusos en general y Putin en particular, son una molestia, un peligro con el que no contaban. En un mundo gris, plano, donde la mayoría de la gente simplemente anhela ir a Disneylandia, y se alimenta de las series de televisión norteamericanas, que imponen una visión del mundo y la realidad no sólo distorsionadas en muchos casos, sino completamente “USA-centrista”, por así decirlo, el ciudadano de a pie no puede entender a Rusia, no puede entender a los rusos. No comprende cómo en Mayo del 2015, salen los jóvenes a llorar de emoción al paso del Desfile de la Victoria. No puede entender la cara de orgullo y felicidad de los soldados que desfilan ese día. Oh sí, he escuchado a muchos españoles que señalan con el dedo a ese desfile para “demostrar” que Rusia es comunista. Tanto españoles de derechas como de izquierdas. Y no, no es así. Rusia no es comunista ni anticomunista. Rusia es Rusia. Un pueblo fuerte no puede renegar de su pasado, no puede renegar de los logros de sus abuelos. El Desfile de la Victoria recuerda justamente eso, la victoria. No es cuestión de ideologías, no se trata de política. Es respeto, orgullo por la gesta heroica de sus antepasados. Un pueblo orgulloso de su historia, es un pueblo que perdura. No se puede enterrar a Lenin, y en el año 2000 se canonizó a la familia del Zar Nicolás II, ahora San Nicolás II. Todo forma parte de la historia rusa, y es una historia para enorgullecerse. Como el pueblo español, el pueblo ruso tiene una historia rica y turbulenta. Pero no se puede esconder, no hay que avergonzarse de los antepasados.

Un triste logro de la “democracia occidental”, es la disolución de las identidades nacionales. El engaño, la mentira, la reescritura de la historia según voluntades políticas. Hoy por hoy en Occidente falta orgullo. Falta ese orgullo de ser lo que se es, sin cortapisas y sin remilgos. Y vuelvo al principio. Occidente tiene que volver a ser conservador. Orgulloso de sí mismo, independiente, sereno ante la visión de su propia historia, con sus luces y sus sombras. Los pueblos aborígenes de Europa Occidental han de recuperar el orgullo de ser lo que son, y la conciencia de sí mismos. Y España es un gran país, un pueblo fiero, orgulloso, independiente, valiente. Un pueblo que conquistó el mundo. Un pueblo muy parecido al pueblo ruso. Es hora de recordarlo, es hora de que lo recordéis.

AUTOR: G.V.R.
http://democracianacional.org/dn/putin-no-es-de-derechas/

lunes, 2 de marzo de 2015

SÉ QUIEN GANARÁ EN UCRANIA.


Fuente: El periódico de Cataluña. 27 de Febrero de 2015.
https://gustavoduch.wordpress.com/…/se-quien-ganara-en-ucra…

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Nada más iniciarse el conflicto en Ucrania, advertí en estas misma páginas que entre los diferentes factores desencadenantes había uno que pasaba desapercibido: la tierra fértil. La oleada de protestas que llevó a la salida de Viktor Yanukóvich de la presidencia del Gobierno surgió como respuesta -inducida o no- a su negativa a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, junto con el préstamo vinculado de 17.000 millones de euros que proporcionaría el FMI. Pero, ¿qué ve la UE cuando mira hacia Ucrania y propone con dicho acuerdo expandir el comercio con este país? ¿Qué mueve a EEUU y su FMI para poner tanto dinero sobre la mesa? Pues sí, entre otras cosas, una de las que se habla bien poco y es pieza clave: el control de su agricultura.

Efectivamente, las tierras negras de Ucrania equivalen a un tercio del total de la tierra productiva de la UE, y su alta fertilidad le permite a este territorio ser una de las grandes potencias mundiales agrícolas. En concreto, sus tierras hacen del país el tercer exportador mundial de maíz y el quinto de trigo, pero además cuenta con un potencial de crecimiento muy importante. Y los hechos vienen a corroborar lo que entonces era una sospecha. Con el nuevo Gobierno proeuropeo, el tratado con la UE y los condicionantes de los préstamos del FMI ya están provocando reformas en el país que deberían de ser analizadas, como el pasado enero lo solicitó al Gobierno de Merkel el Grupo de la Izquierda del Parlamento Alemán. En concreto, se preguntó por el resultado de unas reformas que, aunque presentadas como necesarias para «reforzar la confianza de inversores extranjeros» al abordar «la burocracia y la ineficiencia» del sector agrícola de Ucrania, todo parece indicar que están diseñadas para servir fielmente a las multinacionales del agro.

Estamos siendo testigos de la puesta en práctica de unas viejas y clásicas imposiciones liberalizadoras que, acabe como acabe el conflicto, nos dejará una terrible fotografía donde la agricultura y alimentación del pueblo ucraniano estarán bajo soberanía ajena. Estarán controlada, por grandes corporaciones mundiales del sector, como Monsanto, Cargill o Dupont, y fondos de inversión especializados en agricultura. Para sus negocios, la tierra fértil es un imán irresistible.

Y en ese camino parece que estamos pues las recetas impuestas para la agricultura de Ucrania están provocando una expansión en toda regla del fenómeno conocido como acaparamiento de tierras. Como denuncia el grupo parlamentario alemán antes citado, y poniendo ejemplos de empresas germanas, tanto el Banco Mundial como el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y otros, como el grupo bancario alemán Bankengruppe KfW, están apoyando con líneas financieras arrendamientos de tierras a muy largo plazo. Así lo explica también el Oakland Institute cuando en referencia a la propiedad de la tierra contabiliza que en los últimos años las corporaciones extranjeras o fondos de inversión internacionales se han apropiado de 1,6 millones de hectáreas. Según explica el Grupo de la Izquierda alemán, entre las compañías extranjeras y un puñado de 10 o 12 grandes empresas de la oligarquía local, más de la mitad de las tierras ucranianas están acaparadas al servicio de una agroindustria de exportación que exclusivamente beneficia a las empresas de suministro de semillas o fertilizantes, a las comercializadoras del grano y a quienes invierten en estos negocios. A la vez, desplazan cada vez más a la pequeña agricultura que con otros cultivos quiere atender y garantizar la alimentación local. Por ejemplo, en los últimos años se están ampliando en esas buenas tierras negras cultivos de colza para la elaboración de los biocarburantes, que prácticamente todos son exportados a la UE.

Para ratificar este ataque a la soberanía alimentaria del país, hay que destacar que en este recetario a seguir también hallamos una prescripción sorpresa pero muy significativa. Si revisamos el acuerdo entre Kiev y la UE detectaremos que en el artículo 404 dedicado a la agricultura se compromete a las dos partes a cooperar para «extender el uso de biotecnologías» en el país. Si hasta ahora Ucrania no aceptaba la producción de alimentos genéticamente modificados, con este pacto se puede ver obligada a hacerlo. Y las Monsanto, Dupont o Syngenta obtendrán de esas tierras fértiles lo que anhelaban: ampliar sus cultivos transgénicos para desde ahí y con las barreras comerciales desmanteladas alcanzar el gran mercado en Europa que tanto les está costando conseguir.
Si hace unos meses titulaba el artículo anunciando que «las guerras agrarias ya han empezado», ahora lo que ya les he podido desvelar es quiénes serán los vencedores.


domingo, 15 de febrero de 2015

LAS 50 SOMBRAS DE OCCIDENTE





La antropología hedonista del liberalismo siempre acaba mutando hacia las formas más extremas de perversión, degradación e infra-humanidad. El occidente burgués-capitalista y con mayor virulencia en Europa (con paréntesis en algunos períodos de tiempo por gobiernos y regimenes puntuales  en algunos Estados)  llevan inmersos en una ingeniería social exhaustiva durante el último siglo con el único fin de despojar a una sociedad otrora luz de la humanidad, en una amalgama desarraigada, débil y enferma con el único objetivo de su esclavización y control por parte de una minoritaria pero poderosa oligarquía internacional.

Las fases de esa degeneración están completamente articuladas y se desarrollan en tres fases: La primera es  la supresión de la identidad cultural, étnica y religiosa. La segunda es la sustitución de esos valores por infravalores materialistas de los "bienes" materiales, la deificación del dinero y la preconización del individualismo. Por último una vez arraigadas las otras dos fases se promueve la destrucción de valores inherentes a cualquier ser humano independientemente de su origen, cultura y religión. Con la emancipación del hedonismo más enfermizo que se retroalimenta por el materialismo anteriormente arraigado hasta un punto que exhibe a la persona de la más mínima condición humana, en las familias, la sexualidad y la educación. Transmitiéndose esos valores  como una pandemia de padres a hijos y convirtiendo a la persona en una bestia fácilmente manipulable e influenciable, tal y como se hace en el adiestramiento de animales por el método de condicionamiento clásico de Paulov. Estímulo-acción.

La clase directiva de todo este proceso tiene todos los medios a sus disposición para influir esos valores en la población, ya que controlan tanto el sistema educativo, como los medios de comunicación escritos y audiovisuales y los medios de entretenimiento, siendo los más destacados la literatura, la música y el cine. Es en éstos últimos en los que están contando un poderoso aliado por la facilidad de transmitir mensajes y la cantidad de seguidores en la población que los utilizan. Un claro ejemplo es la popularidad tan importante que surgiendo con la llamada "literatura erótica" y el éxito de "50 sombras de Grey". Que se puede resumir en la historia de los devaneos sadomasoquistas de una jovencita inmadura e insatisfecha (prototipo de joven y madura occidental) con un tipo pervertido y bipolar (que podía ser el joven exitoso laboralmente que promueve el sistema), todo esto en centenares de páginas que no escatiman en detalles de las perversiones  y en descripciones de las desviaciones sexuales, llegando a un maltrato y humillación de la mujer de escándalo y donde nos preguntamos que dónde se esconden las asociaciones feministas o la ley de género en éstos casos, pues ni actúan ni se pronuncian. Con todo esto hace ponerse al lector en el cerebro imberbe y enfermizo de la protagonista, a la cual,  previamente influenciado por décadas de ominosa indecencia, termina compadeciendo e incluso envidiando.

La autora, E.L. James no tiene pasado ni bagaje literario previo. Laboralmente viene de las cloacas culturales del sistema, pues ha desempeñado cargos ejecutivos en televisión. Está casada, tiene dos hijos y vive en Londres. De niña, soñaba con escribir historias que cautivarían a los lectores, pero postergó sus sueños para dedicarse a su familia y a su carrera. Finalmente  escribió su primera novela Cincuenta sombras de Grey, y parece que encendió la única luz que quedaba en los cerebros de millones de occidentales engendrando un producto literario nada original creado tanto para pervertir como para el consumo de la mujer insatisfecha, que son millones de millones en todo el mundo. Por lo que mata dos pájaros de un tiro.


El éxito en ventas mundial de ésta trilogía ha sido arrollador. Por hablar concretamente de España, que recordemos que es un país donde lo más leído son prensa deportiva y prensa del corazón. La trilogía  ha vendido más de un millón de ejemplares en el 2013, y tres millones entre el 2012 y el 2013. Todo esto en unos años de profunda crisis en el sector, donde ningún otro libro de las grandes apuestas editoriales del año de autores como Dan Brown,  Arturo Pérez Reverte,  Ildefonso Falcones,  Khaled Hosseini,  Mario Vargas Llosa o J. K. Rowling superaron si quiera los cien mil ejemplares.


Como no podía ser de otra forma, el éxito mundial en ventas de este libro ha llevado a su reedición en el cine. Dado que hay millones de personas que ya han olvidado leer y no pueden perderse la cultura desbordante de éste libro, se espera otro pelotazo de millones en taquilla y un otros tantos  millones de cerebros destruidos más entre los que aún no habían leído el libro. El estreno no podía ser mas propicio, previsto para el día de consumo de San Valentín y contando con una gran cantidad de difusión propagandística no tanto desde el punto de vista privado (como pude ser anuncios en TV o carteles) si no desde los medios de información de masas (prensa escrita, noticiarios...) donde nos han sobrecargado con el adelanto de escenas de la película y críticas eufóricas. La puesta a disposición de numerosas salas en los cines, también ha resultado sorprendente, ya que cinematográficamente la película no cuenta ni con grandes medios ni con un gran reparto. Es evidente que los que se busca es penetrar en la gente el doble filo perverso pro hedonista y libertino que el sistema busca en una sociedad descompuesta en lo moral, destrozada por la crisis económica y a las puertas de una Guerra Mundial posiblemente nuclear. Que aún así se mantiene atontada y ansiosa por la búsqueda de más virtuales masturbaciones mentales.

 El éxito en cine también parece previsible a esperas de cifras oficiales, lo que hará que consiga su objetivo y también insuflar millones a las arcas de la mediocre autora, los cines y sobre todo de la industria del sexo ( las ventas en sex-shops de artículos sadomasoquistas se han disparado) en un público mayoritariamente femenino, maduro de clase media que es donde más ha calado estos relatos pues ahonda en las miserias de un rango amplio de mujeres y hombres de occidente, pre-menopáusicas/os profundamente infantiles, e insatisfechas/os tanto sexual como socialmente en una vida que el sistema les ha ofrecido como un anuncio comercial, pero que es una farsa y jamás podrán conseguir si no es recreándose desde lo artificial y virtual.

Profundamente preocupante es el hecho que éste tipo de cultura este triunfando de esta manera en nuestro pueblo ya tan castigado, pues los mismos fans de esta saga están comprendidos en edades de tener ya  hijos o previsión de tenerlos, ahondando más en la destrucción de la sociedad. En una sociedad en la que la sexualidad bien entendida ha sido extinguida y se ha sustituido por las desviaciones más soeces y mezquinas. Es más ciego el que no quiere ver,  pues no se nos debe escapar todos los acontecimientos que están siendo ya seña de identidad de Europa. Desde la mujer barbuda y no como espectáculo de circo, que es donde debería estar, de Eurovisión, la preconización de la  homosexualización masiva, de la pedofilia ( celebración este verano del día del orgullo pedófilo, creación de partidos pedófilos, (http://elpais.com/diario/2006/07/18/sociedad/1153173603_850215.html.), el consecuente envejecimiento de la población, etc.

Estamos ante la medianoche de nuestra cultura y la existencia como comunidad, en un nivel preocupantemente similar al que vivió el extinto Imperio romano en sus últimos años decadentes. Sin embargo queda esperanza, como es natural el amanecer está viniendo desde el Este. Pueblos que antaño sufrieron la dialéctica materialista a-espiritual sin precedentes está floreciendo en un nuevo resurgir tradicional, e identitario.  Esperemos que acabe contagiándose.