domingo, 24 de octubre de 2010

FRANCIA, UN CLAMOR DE ESPERANZA

Parece que han quedado atrás, por lo menos en países como España los reveses en derechos y justicia social que estamos sufriendo los obreros por parte de la plutocracia infame, en su afán de insuflar aire al enfermo que es este sistema capitalista y liberal.  La pasada Huelga General del 29 de Septiembre en España, contra las salvajes reformas del gobierno insocial de Zapatero, ha demostrado ser poco más que una quimera y teatro por parte de los sindicatos “verticales” y financiados del gobierno.

La reacción obrera también dejó mucho que desear, una huelga convocada tarde y de un solo día. Una clase obrera dividida, aborregada y mansa, que para nada supo responder a la seria agresión que están sufriendo por parte de las clases oligarcas, demostrando un miedo y una ignorancia tan grandes que no cabe más escarmiento a su cobardía que el cruel sufrimiento que ya se cierne  ante las terribles consecuencias de estas reformas. Es lógico en España, cuando el principal mal de este país son los españoles.

Aquí la suerte de todos nosotros ya esta echada, nuestras vidas ya son como naipes en las manos de los infrahumanos de la UE, FMI, Banco Mundial y demás embajadores del Mal en el Mundo. Sin embargo, desde Francia un clamor cada vez más fuerte se está haciendo oír, reavivando en la memoria aquel movimiento obrero que ya creíamos muerto desde hace años, y es que, como se decía en los célebres cómics de Asterix y Obélix, con los galos hemos topado.

El pueblo francés históricamente se ha forjado en la resistencia, una resistencia que enarbolaba el pendón de la pura supervivencia, y estaba fuera de “cruzadas” religiosas, y de servilismo a déspotas. Los galos fueron el pueblo más aguerrido al que se enfrentó el pueblo romano, hasta que Roma se ganó el corazón de las bases populares, cayendo caudillos y castas de nobles galos a los pies del Imperio. Las bases populares de Francia luchaban para librarse de los invasores ingleses, no por Francia, sino para defender su propia existencia ante los abusos de los ingleses.

 Las clases más bajas fueron también las que enarbolaron las banderas revolucionarias en la fatídica Revolución Francesa, astutamente utilizadas por una burguesía que quería sustituir el derecho de Sangre por el derecho del dinero, y con demagogia populachera se ganaron los brazos y la sangre del pueblo para propiciar las bases de lo que hoy es un liberalismo económico opresor.

Desde Mayo del 68, en las calles francesas no se  volvían a mezclar con tanta virulencia gritos de  justicia y  libertad con el olor puro de goma y gasolina ardiendo, y es que la situación lo requiere, en lo que está siendo un  retroceso social en los derechos de la clase obrera sin precedentes. Las clases plutocráticas están llevando recortes con tal despotismo e impasibilidad que están haciendo temblar las ya débiles bases sociales en toda Europa. Los gobiernos, dirigidos por las demoníacas élites financieras y banca mundial y apoyada por la ralea empresarial hacen pagar a la castigada clase trabajadora sus derroches y opulencias del pasado. Recortes sociales, facilidades para el despido, precarización de las condiciones laborales, aumento de la edad de jubilación… Son derechos conseguidos con sudor y sangre en el pasado y que requieren ahora sudor y sangre para su defensa.
Los sindicatos y movimientos populares franceses están dando un ejemplo de valentía a todos los demás países europeos. Una consecución de huelgas generales en este año está haciendo temblar no sólo al gobierno de Sarkozy, sino a más de un gobierno occidental que teme que estas protestas puedan despertar a sus dormidas “ovejitas” en otros países.

La situación en estos últimos días en Francia podría decirse que parece  pre-revolucionaria. El país ya ha soportado cuatro días consecutivos de huelgas por la impopular reforma del Gobierno al sistema de pensiones, lo que ha hecho disminuir el suministro de combustible, ha cancelado vuelos y ha reducido los servicios del ferrocarril.

Los sindicatos mantienen bloqueadas desde ayer las doce refinerías francesas en protesta por la propuesta del Gobierno de retrasar la edad de jubilación. Según fuentes oficiales, las reservas de queroseno del aeropuerto parisino de Roissy Charles de Gaulle sólo durarán hasta el martes próximo. En Orly, el otro gran aeropuerto de la capital, las reservas pueden durar algo más, precisó el portavoz.

Otras fuentes indicaron que los depósitos de los aeropuertos están bajo mínimos, por lo que la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) recomendó a los vuelos procedentes del extranjero que traigan sus depósitos al máximo posible de capacidad para garantizar su retorno.

El oleoducto que aprovisiona de carburantes a los dos aeropuertos parisinos funciona de forma intermitente, por lo que no entran nuevas reservas.
Algunas aerolíneas, como Air France, han expresado su preocupación a la DGAC por la posible escasez de carburantes para sus aviones.

En las gasolineras también han comenzado a sentirse los efectos de la falta de combustibles y un centenar de ellas tuvo que cerrar por ese motivo ayer, en particular en el oeste del país.

Por otro lado, multitud de colectivos se están sumando a las protestas poniendo su grano de arena, y con ello acorralando más si cabe al gobierno, como está siendo el caso de colectivos de inmigrantes, transportistas que colapsan las rutas de acceso a las ciudades y a las refinerías. Maxime Dumont, líder de la sección de camiones del sindicato CFDT, dijo que los conductores podrían bloquear los depósitos de combustible, las refinerías y las bodegas de alimentos, cerrar los caminos o conducir lentamente por ellos.

Los estudiantes, un sector importante, están aumentado las protestas, ya convirtiéndose en violentas, lo cual preocupa al ejecutivo francés, ya que el pasado viernes la policía se vió desbordada en las reyertas donde detuvieron a decenas de estudiantes y varios policías resultaron heridos. Los estudiantes franceses una vez más ponen en evidencia a la ralea estudiantil y en general juventud española, con un porvenir tan negro, pero sorprendentemente tan despreocupada y desorganizada, que ve pasar su existencia entre botellones, rallas de coca y DJ Tiesto. Haciendo más evidente el atomismo social y el retraso mental de la sociedad española.

El pueblo francés está acostumbrado a revertir propuestas insociales del gobierno mediante revueltas callejeras. Esperamos que por su propio bien lo consigan para que esa luz que viene  de los Elíseos nos ilumine y despierte al resto de los obreros europeos, para que podamos recoger el mugriento guante que los oligarcas nos han lanzado y a la vez darnos una lección de que los derechos se consiguen y defienden luchando y si es preciso matando y muriendo.


¡No parar hasta conquistar!



miércoles, 6 de octubre de 2010

UN ÚNICO ESTANDARTE ROJO Claudio Mutti

A pesar de los pocos días que lleva este blog funcionando, desde ciertos sectores, curiosamente los de siempre, comienzan a querer posicionarnos en las etiquetas de izquierda o derecha que el sistema utiliza. En algún sector Nacional Revolucionario, algunas personas critican a Acción Lambda de ser Comunismo del Siglo XXI y apremian a sus "camaradas" a boicotearnos.

Nada más lejos de la realidad, dado que en Acción Lambda se aglutinan personas de multitud de ideologías con un objetivo en común, la lucha contra éste sistema plutocrático. Desde la defensa de las culturas de todas las patrias de la tierra, la defensa del trabajo y el respeto al trabajador como fuente imprescindible de riqueza de un pueblo, los valores culturales y morales, la educación y el conocimiento como herramienta de lucha. Combatimos el interés egoísta privado que exclaviza a muchos para enriquecerse unos pocos, la oligarquía política heredada de castas burguesas, la injusticia que sufren los pueblos de la tierra víctima del Colonialismo del Siglo XXI, de las grandes multinacionales e imperios econónico-comerciales. Como trabajadores apoyamos la lucha obrera contra los intereses egoístas y despotas tanto de las grandes como las pequeñas y medianas empresas.

Ante la grave situación que vive el trabajador en estos momentos, hemos empezado nuestro blog con un llamamiento desesparado a la lucha obrera y social. Algunos, sobre todos los trabajadores estarán de acuerdo. Otros, pequeños y grandes empresarios, burgueses de poca monta o negritos serviles del empresario, nos tacharán de comunistas.
Queremos decirles que no nos interesan, que Acción Lambda no acepta medias tintas.Apremiarles a que se quiten máscaras absurdas de revolucionarios que no son y se posicionen al otro lado.

Aquellos que quieren ser Revolucionarios Nacionales, pero que prefieren un capitalismo como el actual a un socialismo revolucionario, antes de desearles un hasta nunca como lectores de este blog, les apremio a que lean éste artículo de Claudio Mutti, un revolucionario auténtico que ha estrechado la mano de todas las ideologías anti-sistema, desde el comunismo, hasta el fascismo revolucionario, pasando por corrientes del islam más renovador. Hagan una ultima lectura, ya que después de leer este artículo sabrán desde dentro de sus entrañas si en el fondo quieren cambiar este mundo o no.

UN ÚNICO ESTANDARTE ROJO -

 

 

Claudio Mutti
Extraído del libro "Homenaje a Drieu La Rochelle". Edizioni all’insegna del Veltro. Colección de ensayos de A.Mordini, J.Mabire, M.Marchi, T.Graziani, C.Mutti.
Agradecemos especialmente al profesor Claudio Mutti el envío de éste y otros textos históricos de alto nivel político-cultural que iremos traduciendo y publicando a medida que los vayamos recibiendo.
RST

"La race des Aryens retrouve son union – Et reconnait son dieu à l´encoulure fort", de esta forma el poeta de Runes anuncia la próxima unificación de Europa en torno al Eje; evocando la imagen de la enseña de la cruz gamada flameando en el corazón de Europa, no ya como bandera del Reich alemán, sino del Imperio europeo: "Trescientos millones de hombres cantan sobre un mismo territorio. Un único estandarte rojo se alza en la cima de los Alpes". Además, en marzo del 42 expone rotundamente la idea euroasiatista de un gran bloque organizado entre el Océano y Vladivostok ("Idées", reeditado en "Chronique politique", parte V, "Les années passent").
"Un único estandarte rojo": pero, a medida que se aleja la perspectiva de una victoria alemana, no es ya la esvástica el símbolo de las esperanzas de Drieu, sino la hoz y el martillo. El 27 de diciembre de 1942, mientras que en Stalingrado arrecia la batalla que señalará el principio del fin para el Eje, el escritor anota en su Diario: "Moriré con bárbaro gozo pensando que Stalin será el amo del mundo. Por fin un amo. Es bueno que los hombres tengan un amo que les haga sentir la feroz omnipresencia de Dios, la voz inexorable de la ley".

En su, por lo demás, loable y penetrante "Introducción al Diario 1939-1945 de Drieu", Julien Hervier(1) intenta explicar "el origen de esta adoración por un poder paterno, político y divino" (p.45) recurriendo a los manoseados tópicos acerca de "la relación con el padre". La misma "explicación", obviamente, debería servir para el deseo que se formula en fecha 24 de enero del 43: "Ah, que mueran también todos estos burgueses, se lo merecen. Stalin los degollará a todos y después a los judíos... quién sabe. Eliminados los fascistas, los demócratas permanecerán solos frente a los comunistas: paladeo la idea de este tête-tête. Disfrutaré desde la tumba".

Pero, al margen de la interpretación sicoanalítica, Hervier esboza también otra, según la cual la opinión de Drieu "no hace más que acompañar el curso de los acontecimientos" (p.45), en el sentido de que las simpatías de Drieu por la Unión Soviética se deberían al hecho de que "los rusos son más fuertes que los alemanes, Stalin más fuerte que Hitler" (p.46). ¡De donde se deriva el perfil inédito y peregrino de un Drieu La Rochelle oportunista, "víctima de una forma de oportunismo intelectual que le impele a alinearse una y otra vez con el más fuerte"! (p.46).
A semejante diagnosis psicológica le añade Hervier otra de carácter ideológico, acusando políticamente a Drieu de no tener las ideas lo bastante claras sobre las doctrinas fascista y comunista: "Con arreglo a las victorias y a las derrotas rusas y alemanas, Drieu caerá en una permanente oscilación entre las dos ideologías contendientes del fascismo y del comunismo, demostrando cuán endebles eran las raíces de sus convicciones"(p.47).

Sin embargo, estas desafortunadas valoraciones son posteriormente superadas y en cierto modo rebatidas por el propio Hervier, que al final se muestra capaz de captar el sentido más genuino de la "conversión" de Drieu: "El tránsito de Drieu desde el fascismo al comunismo es a fin de cuentas más geopolítico que ideológico, siendo incluso racista, en la medida en que ve a los rusos a un pueblo joven que sobrepuja a los alemanes. La única constante de su pensamiento político es la idea de Europa: la realización será cometido, si no de los alemanes sí de los rusos" (p.47; la cursiva es nuestra). En resumen, hacia el final de la segunda guerra mundial y de su propia vida Drieu ve en el Ejército Rojo el único instrumento histórico capaz de sustituir a los ejércitos del Eje en la construcción de la unidad continental.
Más adelante Hervir acierta a señalar la otra constante del pensamiento de Drieu: "Lo único estable que subsiste es si acaso una repugnancia, un rechazo: el odio visceral a la democracia" (p.48, cursiva nuestra).

Para probarlo se cita la parte final de esta entrada de 29 de marzo del 44: "En todo caso, saludo con alegría el advenimiento de Rusia y del comunismo. Será atroz, atrozmente devastador, insoportable para nuestra generación que perecerá toda de muerte lenta o inesperada, pero esto es mejor que el regreso de la decrepitud, del mal gusto anglosajón, de la restauración burguesa, de la democracia rancia". Un fragmento análogo lleva fecha de 2 de septiembre del 43: "Y por otra parte mi odio por la democracia me hace desear el triunfo del comunismo. En ausencia del fascismo [...] sólo el comunismo puede poner al Hombre contra la pared obligándole a admitir de nuevo, como no sucedía desde la Edad Media, que tiene unos Señores. Stalin, más que Hitler, es la expresión de la ley suprema". Tras la derrota del fascismo, la autocracia soviética permanece como única alternativa a la democracia y al individualismo, productos de la décadence: "Lo que me gusta del triunfo del comunismo es no solamente la desaparición de una burguesía despreciable y obtusa, sino también el encuadramiento del pueblo y el renacer del antiguo despotismo sagrado, de la aristocracia absoluta, de la teocracia definitiva. Desaparecerán así todos los desatinos del Renacimiento, de la reforma, de la revolución americana y francesa. Se vuelve a Asia; que es lo que necesitamos" (25-IV-43). En cuanto al marxismo, no es preciso dejarse engañar: se trata de una enfermedad pasajera que no compromete la salud básica del organismo ruso. Infimamente más grave es el mal americano. " Debemos desear –escribe Drieu el 3 de marzo del 43- la victoria de los rusos antes que la de los americanos. [...] los rusos poseen una forma, mientras que los americanos no la tienen. Son una raza, un pueblo; los americanos son una caterva de híbridos. Cuando se tiene una forma, se tiene una sustancia; pues bien, los rusos tienen una forma. El marxismo es una enfermedad de crecimiento dentro de un cuerpo sano. Pensábamos que ese cuerpo magnífico estaba podrido, pero no es así".

Consideraciones de este género se hacen más frecuentes en el transcurso de 1944. El 10 de junio Drieu escribe: "Vuelvo la mirada a Moscú. En la caída del Fascismo mis últimos pensamientos se dirigen al comunismo. Confío en su victoria, que no me parece asegurada de modo inmediato, pero sí probable a un plazo más o menos largo. Anhelo el triunfo del hombre totalitario sobre la tierra.". El 28 de junio: "Nada me separa ya del comunismo, nada me ha separado nunca excepto mi atávica desconfianza de pequeño burgués". El 20 de julio: "Imagino una solidaridad in extremis entre dictadores: Stalin ofreciendo ayuda a Hitler y a Mussolini, al darse cuenta que, si permanece como el único de su especie, está perdido. Pero sería demasiado bonito. Elegirá colonizar directamente Alemania". El 26 de julio: "Los rusos se acercan a Varsovia. ¡Hosanna! ¡Hurra! Es mi grito de hoy". El 28 de julio: "Tendría una sola razón para sobrevivir: luchar en el bando ruso contra los americanos. [...] Del mismo modo podría hoy entregarme al comunismo, en la medida en que han asimilado ya todo lo que amaba del fascismo: gallardía física, voz de la propia sangre dentro de un grupo, jerarquía viviente, noble reciprocidad entre débiles y fuertes (en Rusia los débiles están oprimidos, pero reverencian el principio de la opresión). Es el mundo de la monarquía y de la aristocracia en su principio vital". El 7 de agosto: "Monarquía, aristocracia, religión están hoy en Moscú y en ningún otro sitio". El 9 de agosto: "Moscú será la Roma final". Y así hasta las últimas páginas del "Diario", en las cuales Drieu reafirma un concepto ya expresado repetidamente, por ejemplo el 10 de septiembre del 43: "La conclusión lógica del comunismo es la teocracia. [...]. Probablemente Stalin aceptará un compromiso, como Clodoveo. Para él la Iglesia constituirá otra leva contra los anglosajones", manifestando la confianza en que los rusos consigan "espiritualizar el materialismo" (20 de febrero del 45).
Es precisamente el mito de la Europa imperial, así como el suplementario "horror" frente a la democracia, lo que constituye el eje alrededor del cual gira el compromiso político de Drieu, desde el primero hasta el último día de su militancia. Siendo éste el referente ideal que nos permite valorar su extrema coherencia cuando señala a la Rusia soviética como el nuevo instrumento histórico para retomar la lucha contra la décadence occidental. Releídos bajo esta luz, los párrafos que han desconcertado a Hervier no demuestran en modo alguno la fragilidad del pensamiento de Drieu (y mucho menos su presunto oportunismo intelectual), sino una línea consciente y radical.

No es el de Drieu un fenómeno único, y ni siquiera raro. Razones análogas a las suyas se encuentran en las adhesiones al comunismo de muchos militantes de los fascismos y de los "falsos fascismos" europeos, que al final de la contienda decidieron seguir combatiendo desde distintas trincheras al enemigo principal: el Occidente capitalista. Sería muy interesante descubrir qué papel han desempeñado los hombres procedentes del bando de los derrotados en las opciones heterodoxas, desde el punto de vista marxista, de algunos gobiernos y partidos comunistas del Este de Europa, o por otro lado conseguir establecer en qué medida la herencia nacionalista, fascista o nacionalsocialista ha podido ser transmitida a los nuevos regímenes. Si bien es sin ningún género de dudas falsa la afirmación según la cual los legionarios rumanos habrían sido "los inmediatos predecesores de los comunistas" en el sentido de que estos últimos habían llevado a cabo las reformas sociales legionarias(2); si resulta igualmente infundado mantener que "ha sido realizada en Hungría y en Rumania la revolución social por la que Szálasi y Codreanu lucharon y que habían preparado(3), no es menos cierto que ciertas reminiscencias son inevitables, cuando se aprecian las acusadas particularidades del "nacional-comunismo" rumano (que por otra parte procedió a una cauta rehabilitación de Antonescu), las tendencias nacional-populares presentes en el seno del partido comunista húngaro (que en el terreno cultural recuperó a los autores de orientación "populista", incluidos aquellos que habían coqueteado con el nazismo"(4), la permanencia de un cierto estilo "prusiano" en la Alemania Oriental (donde no se permitió la constitución de asociaciones de "víctimas del fascismo").
Pero sigamos en Italia. Condiciones anímicas e intenciones análogas a las de Drieu no dejaron de manifestarse en el período de la RSI, como lejanas y a menudo más radicales manifestaciones del "fascismo de izquierdas". A este respecto resulta ilustrativo este texto de la revista florentina "Italia e Civiltà": "Sepan finalmente Roosvelt y Churchill, y todos sus congéneres, que los fascistas más conscientes, que han reconocido siempre en el comunismo a la única fuerza viva contrapuesta a la suya, han señalado como su verdadero enemigo no tanto a Rusia como a la plutocrática Inglaterra y a la plutocrática América. Igualmente ellos [los fascistas] han disentido en muchos puntos con los comunistas, pero también han estado de acuerdo en rechazar siempre, tanto unos como otros, la vieja sociedad liberal, burguesa, capitalista. Y sepan también, los Roosvelt y los Churchill y sus congéneres, que si la victoria no correspondiera al Tripartito, la mayoría de los fascistas auténticos que escaparan de la represión engrosarían las filas del comunismo. Quedaría así salvado el foso que hoy separa las dos revoluciones. Se produciría entre ellas un recíproco intercambio e influencia, hasta concluir en la fusión armoniosa".(5)

El 22 de abril del 45, Enzo Pezzato manifestaba conjeturas equivalentes en "Repubblica Fascista": "El Duce ha denominado social a la República italiana no por diversión; nuestros programas son resueltamente revolucionarios, nuestras ideas forman parte de las que un régimen democrático calificaría como de izquierda; nuestras instituciones son emanación directa y concreta de los programas; nuestro ideal es el Estado del Trabajo. Sobre esto no pueden existir dudas: nosotros somos proletarios en lucha, a vida o muerte, contra el capitalismo.. Somos revolucionarios a la búsqueda de un orden nuevo. [...] El auténtico esperpento, el verdadero peligro, la amenaza contra la que combatimos sin cesar procede de la derecha".(6)
Tras el 25 de abril [1945], estos propósitos toman cuerpo de varias formas: "mientras que en más de una ocasión se organizaron encuentros entre jóvenes missinos y comunistas –a menudo interrumpidos por ataques de ex-partisanos indignados- en nombre de una poco probable convergencia anti-burguesa que incidiera sobre la cuestión social"(7), la iniciativa más consistente estuvo representada por el "Pensiero nazionale" [El Pensamiento nacional].

Se trata de un quincenal fundado por Stanis Ruinas (1889-1974), un antiguo socialista que durante el "ventennio" había sido redactor de "L´Impero" y desde 1941 fue director de "Lager", periódico de los trabajadores italianos en Alemania. Enrico Landolfi, que ha reconstruido la historia del "Pensiero nazionale"(8), sintetiza su línea política e ideológica en estos términos: "continuación, dentro de las nuevas condiciones del post-fascismo, de la lucha anti-plutocrática contra el capitalismo interno, representado por la DC [Democracia Cristiana] y protegido por las potencias occidentales vencedoras de la guerra, manifestaciones del dominio del oro en el ámbito internacional. Aliado natural: el bloque de izquierda dirigido por el PCI [Partido comunista italiano] y vinculado a la URSS, dentro del cual ["Il Pensiero nazionale"] se posiciona en autónoma convergencia".

Sobre la base de estos y otros elementos, no resulta infundada en absoluto la hipótesis seriamente considerada por Domenico Leccisi: "Se ha escrito –recuerda este autorizado testimonio- que si el Partido Comunista no se hubiese declarado autor del fusilamiento de Mussolini y del exterminio de millares de fascistas en las sangrientas jornadas de abril (y meses sucesivos) de 1945, habría obtenido con seguridad la adhesión en masa de los jóvenes combatientes de la RSI. No estoy en posición de responder con certidumbre a semejante conjetura, aun cuando la presencia en las filas y en los cuadros del PCI de algunos sonoros apellidos de antiguos miembros del fascismo del ventennio hace la hipótesis bastante plausible".(9)

Empero, la masa de los ex-combatientes de la RSI no se adhirió al PCI; y ni siquiera al PSI, si bien Mussolini había declarado su voluntad de dejar en herencia "la Socialización y todo lo demás a los socialistas y no a los burgueses"(10). De este modo, el partido fundado en la posguerra por fascistas republicanos, ese MSI que bien o mal afirmaba tener en la RSI su referente histórico reivindicando en cierto modo su herencia, bien pronto se alineó decididamente en la derecha (11), concertó alianzas electorales con los monárquicos y dio su apoyo a varios gobiernos democristianos. No obstante su inicial "negativa circunstancial"(12) al Pacto Atlántico, el MSI se convirtió bien pronto, so capa del anticomunismo, en la mosca cojonera del "partido americano" en Italia. Compitió en fanatismo pro-sionista con las sinagogas saragatianas y lamalfianas [ndt.- referente a Saragat y Lamalfa, líderes políticos del régimen italiano de posguerra] cuando se trataba de apoyar las agresiones israelíes contra los pueblos mediterráneos; vitoreó todas las "batallas por la civilización occidental", desde la agresión americana contra Vietnam hasta la "operación de policía" contra Irak; finalmente se transformó en Alleanza Nazionale y envió a su secretario a una recepción del B´nai B´rith en los Estados Unidos.

Si Atenas llora, Esparta no ríe. La triste historia de la izquierda italiana, reducida al papel de amortiguador social al servicio de la usurocracia y del gran capital, se explica también mediante el hecho de que en la inmediata posguerra la fetichista "religión del antifascismo" impidió a la izquierda atraerse a los que habían combatido por los principios solidaristas y de justicia social incorporados al Manifiesto de Verona. Una contribución de fuerzas neo-fascistas habría podido dotar a la izquierda italiana de ese carácter patriótico del que por contra ha carecido casi siempre, al extremo de que a la postre se declaró abiertamente partidaria de la OTAN y de otros organismos imperialistas; habría reforzado su componente popular, evitando que se transformara en somatén de la burguesía accionista [ndt.- referente al Partido de Acción italiano] y liberal; la habría comprometido en el frente de las conquistas sociales, no precisamente en las "batallas de civilización" a favor del aborto o por los derechos de los degenerados sexuales.

En la Italia de la posguerra, el antifascismo y el anticomunismo cultivados ad arte han tornado imposible esa síntesis entre el elemento nacional y el elemento social que Drieu La Rochelle había visto plasmarse en Place de la Concorde el 6 y el 9 de febrero de 1934, cuando Jeunesses Patriotes y militantes comunistas, ex-combatientes y desempleados, se habían manifestados juntos contra la Cámara de Diputados, símbolo de la corrupción democrática, y contra el gobierno radical de la época. "He visto sobre esta plaza a los comunistas acercándose a los nacionales: mirarles, observarles nerviosos y con envidia. Ha faltado poco para que se unieran, en una masa enfervorizada, todas las energías de Francia"(13) –dice Gilles en la novela homónima. El personaje de Drieu "imaginaba que fascismo y comunismo caminarían en la misma dirección, una dirección que le complacía".(14)

La union sacrée auspiciada por Drieu se convirtió en realidad en Rusia, donde los fascistas de Barkashov y los comunistas de Anpilov se han enfrentado juntos, con las armas en la mano, a los designios dictatoriales del gobierno proconsular de Yeltsin. El intento mundialista de someter el gran espacio ex-soviético ha provocado, como es sabido, el nacimiento de una oposición "roji-parda", que expresa la reivindicación popular de todo aquello que la colonización liberal-democrática está poniendo en peligro: honor, dignidad, identidad espiritual, cultura tradicional, espíritu comunitario, independencia política. "Todos los que han constituido este bloque –nos dice textualmente Guenadi Ziuganov, el 17 de junio del 92- han comprendido que solamente las ideas de Estado y de justicia social pueden salvar nuestra Patria. Para un pueblo, la nacionalidad representa una coordenada vertical, mientras que la justicia social es la coordenada horizontal. Estos dos componentes son inseparables". Palabras extremadamente cristalinas, y sin embargo el observador occidental no consigue comprender en absoluto cómo las banderas zaristas y las soviéticas puedan ondear, las unas junto a las otras, en las manifestaciones "roji-pardas".

Drieu La Rochele, al contrario, lo había comprendido sesenta años antes."Durante la guerra –pone en boca del protagonista de L´Agent double- he sido soldado. He sido feliz: servía. ¿A quién? ¿Al Zar? Quizás ¿A la Santa Ortodoxia? También ¿A Rusia? Cierto. Pero vosotros me contestaréis hoy, como dijisteis hace diez años: "Rusia no significa nada. Un país no es nada, es una masa indiferenciada. Rusia es o el Zar o el Comunismo". Pero no, yo os respondo con toda la experiencia de mi vida y de la vuestra: ‘Rusia es el Zar y el Comunismo, y de otros muchos más’".(15)

Y un poco más adelante escribe una frase que tiene gusto premonitorio y que ha sido en Rusia verificada realmente: "El siglo XX no acabará sin que asistamos a extrañas reconciliaciones".(16)
No hay pues que asombrarse si hoy Drieu está de moda en Moscú. Un periodista italiano que en el verano del 93 visitó la redacción del diario "Sovetskaja Rossija" advirtió en el despacho del jefe de redacción, colgado de la pared, un manifiesto con esta frase:
"Imaginaos lo que, para la grandeza de Europa, significaría que en un futuro se reiniciara la colaboración secular entre la élite europea y las masas rusas para el aprovechamiento de los recursos del mundo" Firmado: Pierre Drieu La Rochelle.(17)

NOTAS
(1) P. Drieu La Rochelle, "Diario 1939-1945", con una Introducción di J. Hervier, Bologna 1995.
(2) S. Fischer-Galati, "Fascism in Rumania", in "Native Fascism in the Successor State 1918-1971", compilación de P. F. Sugar, Santa Bárbara 1971, p. 120.
(3) M. Ambri, "I falsi fascismi", Roma 1980, p. 285.
(4) F. Fejtö, "Ungheria 1945-1957", Torino 1957, p. 30. Como explica en otro lugar el mismo autor, "el populismo húngaro se identifica con la herencia espiritual del movimiento homónimo que desempeñó un importante papel entre los intelectuales de la primera guerra [mundial] y cuyos maestros fueron los escritores Dezsö Szabö, Lászlò Németh y Gyula Illyés. Lo que tenían en común los populistas –por lo demás bastante heterogéneos- era la búsqueda de una tercera vía entre la democracia burguesa occidental y el colectivismo, entre el fascismo y el comunismo, de una vía auténticamente popular, nacida de la tierra, del mundo campesino, único custodio de la pureza nacional frente a la civilización urbana, cosmopolita, racialmente contaminada, con su burguesía mercantil y judaizada, su clase obrera atraída por doctrinas extranjeras. [...] Llegados al poder después del 45, los comunistas han respetado a los intelectuales populistas de los cuales sólo algunos se oponían al gobierno. [...] Sin embargo, es seguro que los populistas han sabido hacerse pagar su ayuda particular ofreciéndose como partidarios críticos y realistas, o mejor aún como virtuales opositores. En cierto modo, han contagiado también a algunos dirigentes comunistas, como Imre Pozsgay". (F. Fejtö, "La fine delle democrazie popolari", Milano 1994, p. 404).
(5) "Italia e Civiltà", antología a cargo de Barna Occhini, Roma 1971, pp. 317-318.
(6) U. Alfassio Grimaldi, "La stampa di Salò", Milano 1979, p. 80.
(7) M. Tarchi, "Cinquant’anni di nostalgia. La destra italiana dopo il fascismo", Milano 1995, p. 50.
(8) "Ragionamenti di storia", n° 21, noviembre y n° 22, diciembre de 1992.
(9) D. Leccisi, "Con Mussolini prima e dopo Piazzale Loreto", Roma 1991, pp. 222-223
(10) C. Silvestri, "Mussolini, Graziani e l’antifascismo", Milano 1949, p. 140.
(11) El giro a la derecha fue aprobado en el IIº Congreso nacional (28 de junio-1 de julio de 1949). "El MSI no se impone como objetivo prioritario la conquista de las capas populares y pequeño burguesas [...] sino la recuperación de los moderados de Derecha. [...] Nosotros, hubiéramos deseado que De Marsanich bajara a las calles para nacionalizar a los trabajadores rojos y devolverlos a la Nación: pero al contrario, lo veíamos, estupefactos, entrar en. los salones (para encontrarse con las Damas de San Vincenzo, los comendadores y los coroneles jubilados. [...] El MSI nacional y social del 1946/47 –ya convenientemente reorientado hacia el futurible posibilismo pro atlántico- desarrollaría más tarde su kafkiana metamorfosis resolviendo el crucial problema de las alianzas no manteniendo ya la fe en sí mismo y en sus orígenes históricos, sino instando además de modo masoquista la colaboración (mejor aún: la cobertura) de esos sectores de la alta burguesía y de esos grupos monárquicos que habían encendido la mecha de la conjura de los años 42-43, y dado paso –aún tortuosamente- a los americanos" (Ugo Cesarini, "Dai Fasci de Azione Rivoluzionaria al doppio petto", Perugia 1991, pp. 26-27).
(12) U. Cesarini, op. cit. p. 27.
(13) P. Drieu La Rochelle, "Gilles", Milano 1961, p. 557.
(14) P. Drieu La Rochelle, "Gilles", Milano 1961, p. 539.
(15) P. Drieu La Rochelle, "Doppio gioco" en "Risguardo", Padova, III, 1982-83, p. 24.
(16) Ibídem.
(17) G. Savoint, "Russia svenduta" en "L’Italia Settimanale", 8 septiembre 1993, pp. 26-27.

viernes, 1 de octubre de 2010

INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN ECUADOR

Desde Acción Lambda ante los detestables actos que se han sucedido afortunadamente sin éxito en Ecuador contra el presidente legítimo  Rafael Correa, queremos expresar nuestro más sincero y ardiente apoyo tanto al presidente como al valiente pueblo de Ecuador.

La creciente ola de golpes de estado y “revoluciones naranjas” que en los últimos años  están sufriendo países como Venezuela, Bolivia, Honduras y ahora Ecuador, que no bailan al son de los dictámenes marcados por la oligarquía mundialista y su principal vanguardia los EE.UU. Son una muestra de que las acciones emprendidas por esos gobiernos van por el buen camino hacia un modelo político y social de justicia y equidad que para nada quieren las élites plutocráticas en su afán por esclavizar el mundo.

Los sucesos en Ecuador una vez más muestran claros síntomas de que tras los “exaltados” golpistas se muestran intereses extranjeros plutócratas. Se ha demostrado que altos responsables de la policía nacional ecuatoriana (implicada en el secuestro e intento de golpe de estado contra Rafael Correa)cobraban salarios extras procedentes de EE.UU. y oligarcas afines. Por fortuna, en ésta ocasión no ha sucedido como en Honduras y todo ha quedado en un susto donde afortunadamente no ha habido más que dos fallecidos, en lo que podía haber sido un baño de sangre.

Los pueblos revolucionarios de la tierra como Ecuador han de mantenerse al acecho y siempre prestos para responder a cualquier agresión tanto de enemigos externos como internos. Estos nobles pueblos herederos del espíritu de rebelde gallardía española avanzan por el buen camino, portando ahora Sudamérica la divina antorcha que en su día tuvieron otros pueblos, que guiaron con su luz la lucha revolucionaria mundial.

Como bien ha dicho el impávido presidente Correa, “No habrá olvido ni perdón”. Y así se debe actuar contra los adalides de la injusticia, la usura y el crimen. 

Desde nuestra humilde trinchera, los revolucionarios que desde occidente resistimos las grandes y dolorosas agresiones del sistema capitalista globalizado, queremos trasladar una cálido abrazo a los Ecuatorianos y a Rafael Correa, que cuentan con nuestra más sincera admiración y apoyo.

Crecerse ante las adversidades, No parar hasta conquistar. ¡¡¡Patria, socialismo o muerte!!!!